Promesas.
Nada puede pararme.
Recorro rápidamente la linde de la carretera, zancada a zancada, alejándome de mi anterior vida.
Dejándolo todo atrás.
Abandonando lo que amo.
El sol incide en mi pelaje y éste brilla en un universo único de negros, grises y marrones.
Debería tener miedo.
Debería.
Me hago la promesa de volver.
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