22 de febrero de 2014

Matar un ruiseñor, Harper Lee




Nombre: Matar un ruiseñor.
Autor: Harper Lee.
Editorial: Biblioteca Grandes Éxitos
Fecha de publicación: 1960.
Género: Narrativa.
Páginas: 452


Atticus Finch es un abogado viudo y padre de dos hijos. Jeremy (conocido como Jem) a punto de cumplir diez años cuando empieza la novela y Jean Luis (conocida como Scout) con seis años. Un hombre de principios morales muy arraigados que intenta educar a sus hijos, que no lo llaman por su nombre sino por el de Atticus, un modelo de conducta intachable.
Esa misma rectitud de principios le lleva a defender a un negro acusado de la violación de una joven blanca, aún a sabiendas de que eso va a llevarle a un enfrentamiento con el resto del pueblo, que no puede entender cómo un blanco puede defender a un negro frente a otro blanco, incapaz de comprender cómo puede creer la palabra de un hombre de color.
Todo ello en Maycomb, un pequeño y aburrido pueblo del interior del Sur de Estados Unidos en el año 1932, todavía con la penuria que la gran depresión del 29 trajo al país. Una penuria que lleva a muchos de los clientes de Atticus a pagarle con género, pues no tienen dinero.




La verdad es que este libro me sorprendió muchísimo.
Lo explicaré mejor: yo no había oído hablar de esta novela hasta que me leí "Las ventajas de ser un marginado" y me encontré con este título. Nunca, ni en mi instituto ni fuera de él, había escuchado nada acerca de la obra ni de la película, y mi sorpresa se intensificó cuando, rebuscando entre los libros viejos que tienen mis padres en la librería, lo encontré. Al haber visto que se hablaba de él en el libro que he mencionado anteriormente y que las personas a las que pregunté por él me dieron una valoración buena, opté por darle una oportunidad. El libro en sí no me decía mucho, puesto que estaba encuadernado en rústica y no tenía ninguna sipnosis detrás que pudiera decirme por donde iban los tiros, así que empecé a leerlo sin saber bien lo que me iba a encontrar.
Lo que leí me dejó impactada.
La historia es el pasado, así, sin introducción, de la hija de uno de los abogados más "famosos" de un pueblo donde el racismo y los prejuicios imperaban intensamente, en mitad de la Gran Depresión. Desde la perspectiva de esa niña que es algo pequeña pero no por ello tonta, el autor te transporta a un mundo donde las apariencias y la procedencia eran mucho más importantes que la verdad.
El padre de la protagonista, Atticus, está defendiendo a un negro que ha sido acusado de violar atrozmente a una chica blanca, que, con toda su buena fe y corazón de Dios, le había pedido un favor al condenado. Nada más y nada menos, que le moviera un mueble. El negro, según la víctima, la cogió y la violó, aunque él insiste durante toda la novela que no tiene la culpa.
Así pues, Atticus, según el pueblo, está haciendo algo bárbaro e inmoral (defender a un monstruo que ha atentado contra la buena fe de una adolescente). La realidad, sin embargo, está muy lejos de lo que cuentan los ciudadanos de Maycomb, el pueblo del centro de Estados Unidos donde se desarrolla la trama. 
En el fondo todos saben que el hombre es inocente, pero, como es negro, no atienden a razones. No piensan que la chica puede estar mintiendo. Como "todos los de su calaña" son de ese modo, entonces él es un monstruo, por mucho que las pruebas digan lo contrario. Los prejuicios, el racismo y el juicio rápido ciegan al pueblo. 
Atticus está luchando contra todas esas cosas.

No os desvelaré nada más, porque, sinceramente, es una historia bonita y triste y merece la pena leerla. Me ha encantado por la forma en la que Atticus enseñaba las cosas a sus hijos, por que él luchaba por lo que era justo y lo moral aunque estuviera en juego su propia vida (tanto física como social). Él sabía que lo que estaba haciendo era lo correcto y seguía adelante, a pesar de que todo el pueblo estuviese en su contra. Nadó contracorriente a pesar de que nadie le apoyaba.
Me pareció uno de los personajes más valientes que he podido conocer. ¿La razón? Pues que, sencillamente, él escondía sus temores y sus miedos. Por sus hijos, daba la espalda a los problemas que está acarreando y sigue luchando. Porque es capaz de hacer ver que las cosas pueden cambiar si uno lucha por ellas.

Me encantan las conversaciones que Atticus mantiene con Jem (el hermano de la protagonista) y con ella. Te muestra cosas muy importantes y con mucho valor en palabras sencillas y llenas de amor, para que sus hijos puedan comprenderlas. Las charlas filosóficas así como la pelea interna de Jem hacen que no sólo sea una historia entretenida, sino que tú también medites acerca de la sociedad y el modo de pensar de las personas, cómo realizamos juicios rápidos y condenamos a personas inocentes por ser de una manera.
Muy recomendable. Me gustó mucho.

"Preferiría que disparáseis contra botes vacíos en el patio trasero, pero se que perseguiréis a los pájaros. Matad todos los arrendajos azules que queráis, si podéis darles, pero recordad que matar a un ruiseñor es pecado. 
(…)
Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que cantar para alegrarnos. No devoran la fruta de los huertos, ni comida en los graneros, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar a un ruiseñor." (Página 145)

Esta frase te hace pensar mucho. Es una frase profunda. No habla sobre matar pájaros ni nada de eso. 
En el fondo habla de la inocencia.


Os dejo el tráiler de la película:


2 comentarios:

  1. Siempre veía este libro en todo lado, pero es la primera reseña que veo y me sorprendió para bien :) Creo que lo estaré agregando a mi wishlist, un beso!

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    Respuestas
    1. ¡Hola! :D Me alegra mucho que te haya sorprendido para bien, es un libro que la verdad merece la pena de leer y tiene muchos valores (raro que no hayan otras reseñas de él, o-o). ¡No dudes en echarle un vistazo si te ha llamado la atención!
      Nos leemos, un beso ;D

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